Todas ellas me demostraron que se puede hacer algo y lo más mínimo cuenta

India es un país repleto de contrastes y todo el mundo te dice que tienes que estar preparado para lo que vas a vivir : experiencias muy buenas, otras no tanto. Esta dualidad es lo que hace plantearse las ideas otra vez y reflexionar sobre temas como por qué las cosas son como son, por qué una sociedad piensa de una determinada manera y el trabajo que lleva cambiar las cosas.

   Precisamente esta experiencia en Serampoore me hizo valorar aún más el esfuerzo de la gente que intenta ver las circunstancias de otra manera y actúa. Las voluntarias, las monjitas, todas ellas me demostraron que se puede hacer algo y que lo más mínimo cuenta. No soy muy seguidora de ninguna doctrina religiosa, pero al regresar a España la primera conclusión que saqué de nuestro viaje fue: allí está la verdadera fe. Con fe o sin ella nosotras pensamos que podríamos aportar algo y ese pensamiento, las ganas y las buenas guías (Bea, Merce) nos movieron hasta allí. Como resultado, una experiencia inolvidable y esperanza. A lo largo del camino te encuentras con gente maravillosa que también quiere hacer algo. A todas vosotras, gracias.

  Nur Gonzalez.-